Hay que tener y ver un futuro ecológicamente rico tras la pandemia del COVID-19.
Por lo que es imprescindible reconocer el carácter estratégico de este sector y tomar medidas acordes con esta condición, señalan los conservacionistas.
“Debemos saber prevalecer nuestras necesidades teniendo en cuenta el factor medioambiental, aprovechando todos los recursos e incrementando el conjunto de técnicas agroalimentarias sostenibles.
Garantizando así, la salud de los ciudadanos de esta comarca y reduciendo el gran impacto económico tras el COVID-19”.
Verdemar Ecologistas en Acción, lleva años colaborando con empresas sostenibles y de carácter ecológico como Campañas «Andalucía Sostenible»¸Productos del Parque natural de la Sierra de la Crestellina. Quesos y vinos; Catas de vinos ecológicos de Ronda; Aceites Ecológicos «El Herrerillo»; Algas de Bolonia «La Molienda Verde”; conservas sin químicos como Frutas y Verduras «Gualquejigo» de Castellar y Queserías «El Gazul».
La agricultura, la ganadería sostenible y la economía circular acentúan la acción contra el cambio climático y son los ejes que deben marcar el criterio de este protocolo dirigido por la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar.
Unas de las finalidades de la agricultura ecológica es el consumo de productos con un número mínimo de kilómetros, reduciendo la huella de carbono, reduciendo significativamente el impacto de CO2 a la atmósfera.
Verdemar recuerda que son ya 13 países de la Unión Europea, entre ellos España, los que han enviado una carta a la Comisión Europea reclamando que se empiecen a mover ya los 100.000 millones de euros que se iban a invertir en el Pacto Verde europeo de aquí a 2027. Estos recursos son necesarios para impulsar la economía de los países afectados por el coronavirus.