Verdemar denuncia la presencia de gran cantidad de neumáticos en el Paraje Natural del Río Palmones

Verdemar-Ecologistas en Acción denuncia la acumulación de gran cantidad de neumáticos fuera (NFU) de uso en el río Palmones, dentro del Paraje Natural, muy cerca del Parque del Torrejón, en Algeciras.

Verdemar cree que eso neumáticos fuera de uso llevan meses en la zona, causando un gran impacto visual y ambiental.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) es el instrumento adecuado de planeamiento territorial recogido en el ordenamiento jurídico español que persigue adecuar la gestión de los recursos, y en especial de los espacios naturales y de las especies a proteger, según la política de conservación de la naturaleza establecida por la «Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad».

Consta de Zonas Especiales de Conservación (ZEC), designadas de acuerdo con la Directiva Hábitat, así como de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) establecidas en virtud de la Directiva Hábitat. Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea. Desde Verdemar-Ecologistas en Acción se han denunciado en varias ocasiones a la Unión Europea distintas agresiones a ese Paraje Natural protegido.

El principal uso de los neumáticos que se desechan de nuestros vehículos es el de servir como combustible en fábricas de cemento. Esto, aunque favorece a la industria del cemento y a la de la incineración, ocasiona graves problemas de contaminación. Sin embargo, hay una gran cantidad de usos posibles de estos neumáticos alrededor del reciclaje y reutilización (recauchutado, uso en firmes de carreteras, etc.) que son mucho más razonables y con mejor perfil ambiental.

Los neumáticos son el único contacto de los automóviles con el pavimento de las carreteras y de él depende (junto con los amortiguadores) el agarre al mismo y la tracción del motor. Son productos de muy alta tecnología, con centenares de componentes diferentes (mezcla de caucho natural y sintético, negro de humo, textil, acero, sílice, sustancias que facilitan el vulcanizado de las gomas, como azufre, óxido de cinc, acelerantes-activadores, antidegradantes, nanopartículas como nanotubos de carbono y nanodióxido de silicio, etc.), que deben cumplir con su misión esencial en condiciones extremas de temperatura, presión, diferentes superficies de rodadura con distintas fricciones, ser estables y resistir la degradación de diferentes agentes como el ozono troposférico… en definitiva el neumático está diseñado para ser indestructible y se estima en centenares de años el tiempo de su degradación natural. Esa fortaleza lleva asociada una gran debilidad, pues una vez fuera de uso el neumático es de imposible integración en los ciclos naturales, y por tanto es un residuo que crea graves problemas ambientales.

Muchas veces el destino de los neumáticos fuera de uso ha sido el vertedero o su acumulación en depósitos al aire libre. Los problemas ambientales asociados a esa forma de gestión son enormes. Los NFU permiten la acumulación en su interior de agua de lluvia y son reservorio de larvas e insectos que pueden propagar enfermedades y afectar la salud pública (el dengue y la fiebre amarilla en los países tropicales, y el virus del chikungunya. Los incendios de los depósitos de NFU suelen ser frecuentes, con emisiones de sustancias tóxicas a la atmósfera y de difícil extinción dado el alto poder calorífico de ese residuo.

En España en 2004, un año después de prohibirse el depósito en vertedero de neumáticos enteros, ese era el método más frecuente (50%) de deshacerse de ese residuo, por delante del reciclado (14%), recauchutado (12%) e incineración (17%).

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