El concejal de Participación Ciudadana, David Ramos, estuvo presente en este acto, donde ha vuelto a recalcar el compromiso del Ayuntamiento de San Roque con este colectivo ciudadano y con las personas refugiadas, en especial cuando se trata de niños.
Isabel de Andrés, coordinadora del programa Vacaciones en Paz en la provincia de Cádiz, explicó que este año, debido a los problemas diplomáticos entre Argelia y el Gobierno de España, ha sido más complicado traer a los pequeños que en otras ocasiones. Indicó que se ha realizado un vuelo con más de 300 niños y niñas para Andalucía, de los que cien han llegado a la provincia de Cádiz y, de ellos, 32 al Campo de Gibraltar. Añadió que la previsión es que la semana próxima llegue otro grupo.
Apuntó De Andrés que normalmente la estancia de los pequeños en España es de dos meses, pero que debido a los problemas antes citados este año será de poco más de un mes, para volver del 1 al 6 de septiembre. En cualquier caso, recalcó que resulta muy positivo para ellos, ya que salen del desierto en los meses de más calor del verano, y tienen mucha ilusión por conocer cómo se vive fuera de los campamentos.
Explicó la directiva de Amigos del Pueblo Saharaui que, en este caso, son niños y niñas que vienen al Campo de Gibraltar por primera vez y que todos nacieron en 2014, así que tienen 8 años. Señaló que las familias de acogida siempre quieren repetir con sus “hijos” de otros años, pero en esta ocasión todos los niños y niñas son nuevos.
La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui “Solidaridad”, establecida en el Campo de Gibraltar, colabora con otros colectivos similares de toda España para poner en marcha el programa “Vacaciones en Paz”, que no pudo llevarse a cabo durante dos años debido a la pandemia. El Ayuntamiento de San Roque, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, tiene suscrito un convenio de colaboración anual con dicha asociación.
Los campamentos de refugiados saharauis en Argelia se establecieron tras la invasión marroquí del antiguo Sáhara Español, hace 46 años. Más de 180.000 personas viven en esta zona desértica desde entonces, sufriendo muchas privaciones.