Redaccion | Los Barrios
Desde la semana pasada organizaciones sociales, vecinales y ecologistas mantienen contactos de cara a la realización de acciones que eviten la implantación de la terminal de gas licuado de Endesa, si bien la mayoría de estas organizaciones ya han presentado alegaciones a la concesión de los terrenos por parte de la Autoridad Portuaria Bahia de Algeciras, ahora están a la espera de que se resuelvan, pero al margen de estas acciones administrativas, los colectivos preparan movilizaciones de protesta para visibilizar el rechazo a este tipo de iniciativas contaminantes y nocivas para la salud.
Aunque el proyecto se encuentra aún en una fase inicial, de concederse la autorización por parte de la APBA, Endesa o la empresa que finalmente acometiese el proyecto deberá someterlo a exposición pública, incluyendo entre otras cuestiones, una evaluación del impacto ambiental, así como una evaluación de los riesgos para la seguridad de los vecinos que residen próximos a los terrenos de la central térmica, sobre este asunto las organizaciones entienden que se debe incluir el efecto negativo sobre la economía y el empleo que produciría el funcionamiento de esta terminal y el consiguiente atraque de buques metaneros, para el sector hostelero, gastronómico y comercial de Guadacorte, Palmones y su playa.
Estas tres asociaciones exigen otro modelo de desarrollo para la comarca, sostenible y más respetuoso con el medioambiente y apelan al principio de precaución que implica una moratoria para la instalación de nuevas industrias contaminantes en la comarca, ante la grave situación de salud publica de esta comarca.
Demandan a las administraciones públicas, que planteen actuaciones concretas para la comarca, ya que sus planes, a pesar del fracaso manifiesto de dichas políticas en cuanto a mejora de la salud o generación de empleo y riqueza, siguen siendo los mismos, aumentar la concentración industrial y sus redes de comunicación, e incrementar un desarrollo económico más insostenible, y nocivo para la población campogibraltareña y sólo beneficioso para las grandes transnacionales y los grupos de presión industriales y financieros, totalmente ajenos a las necesidades de la población trabajadora y desempleada de la zona