El Gobierno autonómico debe ahora, según la Ley de Memoria Democrática de 28 de marzo de 2017, poner el hecho en conocimiento de la Guardia Civil y el juzgado para que, si lo consideran oportuno, abran la pertinente investigación. Diputación de Cádiz, Ayuntamiento de Jimena, representantes de los familiares y Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar afirman en su escrito de comunicación que los restos presentan señales claras de violencia y que las personas a los que pertenecen pueden ser víctimas de un delito de desaparición forzada, tipificado en textos internacionales y en la legislación penal de varios países.
Firman el escrito el alcalde de Jimena, Francisco Gómez; el responsable del servicio de memoria histórica de Diputación, Felipe Barbosa; Pascual Collado, representante de los familiares; y Andrés Rebolledo, presidente del foro. Esta comunicación a la Junta se produce al mismo tiempo que arqueólogos y antropólogos han comenzado las labores para levantar los restos de los cadáveres. Bajo la dirección del antropólogo Juan Manuel Guijo Mauri, los restos van a ser sometidos a un minucioso estudio antropológico para su posible identificación, incluida la extracción de ADN para su comparación con las muestras que se han tomado a familiares vivos de los desaparecidos.
Jesús Román Román, arqueólogo coordinador de la exhumación, ha explicado que en la fosa número uno parecía que había restos de seis personas, pero al levantar el último de los cuerpos han aparecido debajo más restos de otro cadáver. Añade que en la fosa número 2 hasta el momento hay localizados esqueletos de cinco personas, pero no descarta que aparezcan restos de algún cadáver más.
Lo que sí está clara es la violencia ejercida contra las personas allí enterradas y la absoluta falta de respeto con la que fueron arrojadas en la fosa, como delata la posición de las extremidades y el hecho de que estén amontonadas unas encima de otras. Román asegura que hay huesos que presentan lesiones perimortem que son compatibles con heridas producidas por disparos. En algunos cráneos aparecen señales de orificios de bala. Además, hay señales de que algunos cuerpos podrían tener las manos atadas en el momento de la muerte. El arqueólogo añade que también se ha localizado un casquillo de bala de un fusil Máuser fabricado por Pirotécnica Sevillana. Ha sido encontrado entre la tierra de los niveles superiores de la fosa 2, lo que puede indicar que pertenece a una bala con la que se remató a uno de los fusilados ya que los testimonios orales señalan que las ejecuciones se hacían fuera del cementerio.
El levantamiento de cuerpos en la fosa 1 estará terminado esta misma semana y los de la fosa 2 en la siguiente. Los trabajos continuarán luego en otra parcela del patio 4 del cementerio municipal. La Diputación Provincial de Cádiz es la institución que impulsa y financia la exhumación. La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar ha confirmado que va a aportar más financiación para continuar las labores más allá de lo previsto inicialmente y así reducir los plazos del proyecto.
Las visitas de familiares a la exhumación se siguen produciendo con frecuencia. Muchos son los que se interesan por la marcha de las labores y están esperanzados con poder hallar y dar un entierro digno a sus antepasados. La relación de jimenatos fusilados en este municipio supera el centenar de personas, pero no todos fueron enterrados en el cementerio. Las investigaciones previas a la exhumación señalan que aquí pueden estar enterradas de forma clandestina entre 30 y 40 personas.