Redacción | Gibraltar
La Cueva de Gorham pasó a formar parte de la lista del Patrimonio Mundial en julio de este año y Atapuerca en noviembre del año 2000. Tanto el Museo de Gibraltar como la Fundación Atapuerca consideran enormemente importante que los equipos investigadores que estudian la evolución humana en sitios reconocidos por la UNESCO en vista de su valor para el Patrimonio Mundial deberían cooperar para actuar como una red, dado el carácter complementario que presentan sus investigaciones y la similitud de muchos de los desafíos a los que se enfrentan.
Asimismo, en el marco de dicha cooperación, ambas entidades han firmado un acuerdo marco que recoge la colaboración de los equipos de ambas entidades a través del intercambio de conocimientos e investigadores. Los miembros del equipo de Atapuerca han participado en las excavaciones de la Cueva de Gorham durante varios años en el marco de los esfuerzos multidisciplinares dirigidos por el catedrático Clive Finlayson, del Museo de Gibraltar. Entre los resultados de esta labor colaborativa está la presentación de hallazgos que demuestran las capacidades simbólicas de los neandertales, que despertaron un gran interés en 2014, en el XVII Congreso Mundial de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, celebrado en Burgos bajo los auspicios de la Fundación Atapuerca.
El Museo de Gibraltar también ha desarrollado nuevas líneas de investigación relacionadas con la modelización de los ecosistemas habitados por los neandertales y los humanos modernos en la Cueva de Gorham, mediante la cuantificación del medio ambiente y el comportamiento de los homínidos, así como el impacto del cambio climático. Estas líneas de investigación tienen el potencial de ampliarse a otros yacimientos. En este sentido, Atapuerca y otros sitios importantes a escala mundial que podrán unirse a la nueva red internacional pueden convertirse en ejemplos a seguir en las futuras investigaciones que podrían llevar a cabo ambas instituciones en esta línea de investigación de la ecología.
El Complejo de la Cueva de Gorham se considera uno de los últimos lugares habitados por los neandertales. En el yacimiento, se han encontrado pruebas de que dicha ocupación duró más de 125.000 años y de que constituyó un refugio climático. Estos estudios también muestran importantes similitudes entre el comportamiento de las poblaciones gibraltareñas de neandertales y los humanos modernos.