Según ha señalado la concejal, Mercedes Atanet, “la idea ha sido muy bien acogida por el público y por los establecimientos. Algunos negocios, relacionados o no con la restauración, incluso han obsequiado a sus clientes con degustación gratuita de una japonesa y la demanda en las pastelerías ha sido tal, que se ha dejado de hacer cualquier otro pastel para dedicarse íntegramente a las japonesas”. Así lo han constado las colas de clientes que, pacientemente, esperaban su turno en la calle para adquirirlas.
El dulce típico de La Línea, bien sea con relleno de cabello de ángel o crema, o en sus versiones más innovadoras, cubiertas de chocolate y caramelo, ha sido capaz en este 19 de julio de convertirse en un reclamo para los linenses, además de conquistar a quienes la han probado hoy por primera vez.