El cuento ilustrado de “Alba y la Vieja Grulla” es una idea de la Asociación de Amigos de la Laguna de La Janda, constituida en 1994 con la idea de recuperar el antiguo humedal. Su presidente, José Manuel López presentaba el relato infantil ante representantes de la comunidad educativa tarifeña como un intento de divulgar el patrimonio natural e histórico-cultural trazado en el entorno del antiguo humedal, único en sus características, antes de la desecación.
La edición bilingüe, en castellano e inglés, narra la historia del primer viaje migratorio de “Alba”, una cría de grulla que en su camino hacia el sur desde las charcas del norte de Europa se topa un ejemplar adulto.
Una de las últimas grullas que hasta los años 60 del siglo pasado anidaron en la Janda, la guiará en su accidentado viaje iniciático hacia el gran humedal del sur hoy desaparecido. Un hilo conductor que sitúa a los escolares no sólo en el patrimonio etnográfico y cultural de la Janda sino también ante los desafíos que encierra la conservación de los espacios naturales.
La californiana, ornitóloga y escritora Marta Curti es la autora de un divulgativo y ameno texto ilustrado a su vez por Gorka Gorospe, también ornitólogo e ilustrador de profesión. Ambos han colaborado en el diseño de un trabajo internacional, remarcaba Javier Elorriaga porque igualmente europeo e internacional es el resto de recuperar el humedal de la Janda.
Precisamente con la edición y posterior distribución gratuita de sus más de 2.000 ejemplares entre centros de Educacion Infantil y Primaria de las comarcas de la Janda y el Campo de Gibraltar, se busca hacer pedagogía y dar a conocer entre la población escolar la riqueza del patrimonio natural y etnográfico de la zona.
La edición bilingüe cuenta con el apoyo económico de la APBA, el Gibraltar Ornithological and Natural History Society y la Andalucian Bird Society. La publicación incluye además recursos educativos con unidades didácticas y enlaces tipo código QR para conocer más aspectos de una especie emblemática, ligada a la historia de la desaparecida laguna.
En el transcurso del acto se han entregada además la primera edición del premio “La Janda”, promovido por el colectivo para reconocer trayectorias destacadas en defensa de los valores naturales y patrimoniales de la Janda. Lo ha recogido el Grupo Ornitológico Tumbabuey, su representante Pablo Ortega, por su labor en la conservación del aguilucho cenizo en la zona.
El galardón es una escultura de la cabeza, a tamaño natural de una grulla adulta realizada en bronce por el artista plástico Javier Ayarza, presente hoy en la entrega del premio.
El acto se abría con las palabras de agradecimiento de la concejala de Medio Ambiente, Sandra Navarro que destacaba el papel de colectivos sociales como el de Amigos de la Laguna de la Janda para hacer de la recuperación del antiguo humedal un reto compartido por todos.
Apuntaba también a la importancia del conocimiento y la divulgación como primer paso a la concienciación ambiental.