Agaden entiende que la premisa inicial de garantizar la seguridad en el tráfico marítimo y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero carece de una fundamentación ambiental y social sólida que justifique su creación. Su motivación es puramente económica, ya que existen alternativas más sostenibles y menos invasivas para abordar la seguridad del tráfico y la protección del medio ambiente.
La importancia de garantizar la seguridad en la navegación es crucial en un lugar por donde transitan más de 110.000 buques al año. Buena cuenta de ello lo vemos a diario en la labor encomiable que realizan los centros de Sasemar Tarifa y Algeciras desviando buques a más de doce millas de la costa y alejándolos del dispositivo de separación del tráfico del estrecho para evitar colisiones y abordajes. Gracias a su labor y a las buenas prácticas marineras y medidas de guardia segura y continua que estipula el Reglamento internacional de abordajes, los buques esperan para entrar en una bahía, ya más que saturada, para realizar sus operaciones, afirma el colectivo.
La creación de estos fondeaderos (cuatro en la Bahía más la proyección de 2 fuera) sí que contribuyen a un perjuicio medioambiental del litoral. “Hablamos de contaminación tanto acústica como lumínica. Riesgo de derrames y vertidos cerca de la costa con poco margen de reacción. Devastación y destrucción del ecosistema, su fondo marino y biodiversidad derivada de la acción de sus anclas. Amenazaría al paso migratorio de aves, cetáceos y la pesca”.
El sector turístico de calidad se vería comprometido e hipotecado
Para Agaden, una buena optimización de los recursos, una plena coordinación entre las autoridades portuarias, las navieras y las empresas locales junto a la implementación de tecnologías limpias son algunas de las medidas que podrían reducir los impactos medioambientales y sociales a largo plazo. Es esencial adoptar un enfoque integral que no solo priorice los aspectos económicos frente a los ambientales y sociales.
Por otro lado, “no puede olvidarse que cualquier proyecto que tenga un impacto significativo en el medio ambiente tiene que ser sometido a un Estudio de Impacto Ambiental exhaustivo y transparente antes de su aprobación en conformidad con la Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino y el Plan de Estrategia de Demarcación Marina”.
En resumen, la Resolución de la Dirección General de la Marina Mercante para la creación de fondeaderos exteriores de la Bahía de Algeciras “plantea preocupaciones y muchas preguntas significativas en términos de impacto medioambiental, seguridad marítima , socioeconómicos de cumplimiento normativo”.
Agaden Ecologistas en Acción insta a las administraciones competentes a reconsiderar esta decisión y a trabajar en colaboración con la sociedad civil y todas las partes interesadas para encontrar soluciones que protejan y conserven el patrimonio natural para las generaciones presentes y venideras.
Etiquetas: